Según el sitio web oficial de la familia real, la reina ha pagado impuestos desde 1992. En ese momento, se ofreció a pagar tanto el impuesto sobre la renta como el impuesto a las ganancias de capital. A partir de 1993, también comenzó a pagar impuestos sobre sus ingresos personales. La decisión se tomó después de que hubo un incendio en el Castillo de Windsor que causó más de $ 90 millones en daños, según The New York Times. The Times informó que la reina recibió un rechazo de los plebeyos y políticos que la instaban a ayudar a pagar las reparaciones, en lugar de simplemente depender del dinero de los contribuyentes.
Después de que se hicieron los argumentos, la reina los reconoció ofreciendo contribuir con los impuestos, y su esposo, el príncipe Felipe, y su hijo, Carlos, príncipe de Gales, harían lo mismo. Si bien el movimiento puede haber sido sorprendente, e inesperado, para algunos, no es la primera vez que esto sucede dentro de una monarquía. Es decir, otros monarcas también han pagado impuestos voluntariamente, según The New York Times. De hecho, el padre de la reina, el rey Jorge VI, pagó impuestos voluntariamente. El otro monarca que remitió impuestos fue la reina Victoria.
