Para la cantante de pop y R&B JoJo, el atraco en su tercer álbum tuvo que ver con su sello discográfico en ese momento, Da Family Entertainment/Blackground Records. De hecho, según Buzzfeed, en 2009, el cantante presentó una demanda contra la discográfica. Además de «cit[ing] un incumplimiento de contrato», JoJo también «alega[ed] la discográfica no logró asegurar la distribución de su álbum y la obligó a entrar en un estado de limbo». Según el medio, la cantante había «firmado un contrato de siete álbumes» cuando tenía sólo 12 años y «no pudo romper su contrato».
Mientras que su traje inicial finalmente cayó a través, la cantante demandó de nuevo en julio de 2013, según The Hollywood Reporter. En los documentos obtenidos por Thr, JoJo afirmó que «legalmente se le permitió liberarse de Blackground y Da Family porque había firmado con ellos como menor de edad». Según el punto de venta, según las leyes de Nueva York y California, «JoJo no podía estar obligado a [the contract] después de un período de siete años.
La cantante también alegó que la discográfica no pagó a los productores y vendedores con los que trabajó, dañando así su reputación como artista.