El príncipe Felipe, también conocido como el duque de Edimburgo, nació en Grecia en «familias reales griegas y danesas», según Rápido. Un levantamiento antimonárquico obligó a su familia a huir, por lo que Felipe abandonó el país cuando era solo un bebé y, además, su padre fue acusado de traición y desterrado. De acuerdo a Moda, el bebé Philip fue sacado de contrabando en una caja naranja.
Esta huida forzosa dejó a Philip y al resto de su familia viviendo de forma nómada durante años. De acuerdo a Pueblo País, encontraron refugio en París, pero la madre de Felipe, la princesa Alicia (en la foto de la derecha), estaba profundamente angustiada por las turbulencias en Grecia. El autor de la biografía Joven príncipe Felipe, Philip Eade, escribió sobre este impacto en los niños, especialmente Philip, que era el más joven (vía Pueblo País): «Los nervios de su madre se habían tensado mucho por el exilio de la familia de Grecia, y debido a esto, los niños eran enviados regularmente a amigos y parientes».
No pasó mucho tiempo después de que la salud mental de la princesa Alicia se volviera aún más tensa, y en 1931, «fue confinada a un sanatorio en Suiza». Los niños, que habían sido sacados por el día, regresaron a casa y se encontraron con que su madre se había ido. La princesa Alice más tarde se convirtió en monja. Pero este no fue el final de la pérdida de conexiones familiares del príncipe Felipe.