La renuencia de Aretha Franklin a actuar en vivo para la reina Isabel no se debió a una falta de «respeto» por la monarca, sino a una fobia paralizante. La legendaria cantante puede haber proyectado una imagen intrépida, pero un desagradable ataque de turbulencia en un viaje en avión a Detroit la dejó traumatizada y con un miedo mortal a volar, según el Daily Beast. Aunque el incidente ocurrió en 1984, nunca pudo deshacerse de su miedo, a pesar de intentar un curso para combatir su fobia. De hecho, su miedo era tan profundo que, en un momento dado, incluso una tormenta la pondría nerviosa, según su biógrafo, David Ritz, como señaló Rolling Stone.
Sin embargo, la cantante de «Ain’t No Way» nunca dejó que su fobia la limitara, sino que optó por viajar a presentaciones en lujosos autobuses turísticos. Después de todo, incluso encontró una solución ingeniosa para actuar para la reina Isabel: a través de una grabación pregrabada en Nueva York, según Fox News. Regia como siempre, Franklin se vistió de diamantes y joyas para la ocasión, ¡como una verdadera reina!